Textos pequeños sobre egos grandes. Luis Barrera Linares

Literales de Tal Cual
TEXTOS PEQUEÑOS SOBRE EGOS GRANDES Luis Barrera Linares

ORADORA La señora pasaba las noches releyendo sus libritos mediocres y soñando con entrar a la Academia de la Lengua. Rezaba y rezaba y rezaba con insistencia para que falleciera alguno de los numerarios y la incorporaran a ella en su lugar. Y en efecto, al mes siguiente murió un académico. "Es mi turno", pensó la señora. El día que ingresó y oralizaba su discurso, pomposa, sonriente, no se imaginó que acababa de incorporarse a la fila de los que andan en las oraciones de mucha gente. Varios de los que estaban en el público, escuchando su escritura destemplada, ya comenzaban a orar por su futura alma en pena.

ÁGRAFO Su nombre es una leyenda en el mundillo literario. Habla, opina, expone, dice, acepta, rechaza, aprueba, duda y murmura recurrentemente sobre el estado de la literatura local y sus escritores. Funge de jurado severo y dicta sus veredictos inapelables. Hace de crítico pertinaz y perdonavidas en cuanta charla participa. Se le conoce como reseñador parlante infalible. Habla y parlamenta luengos discursos sobre la escritura de los otros. No queda escritor títere con cabeza en su verborrea incontenible. Le dicen poeta en las historias de la literatura. Se le cataloga de ensayista en los recuentos anuales. Nadie duda de su condición de narrador. Lo repiten los críticos, lo confirman los manuales. Mas suele argumentar que todas sus páginas escritas se las ha llevado un huracán, cuando no las ha sometido al yugo de la papelera o al desgarre. Nada se conoce de sus célebres cartapacios. Es maestro de la oralidad. Le dicen el escritor ágrafo.

ORTOTIPOGRÁFICO Se considera a sí mismo la tapa del frasco. No hay quien lo supere en su banal vanidad de considerarse la última gota de agua en el desierto. Imprescindible le gusta que le digan. "Perfecto en mi estilo" se vanagloria ante el espejo. Los críticos que lo adulan certifican que cada escritura suya publicada es una puñalada contra sus contemporáneos. De asesino de la modernidad lo califican. Sin él no habría literatura posmo, según ellos. Pero una cosa piensa el asno que lee un diccionario y otra el que lo monta sobre la ortografía. Moraleja: Si se publicara lo que nuestro ortotipógrafo entrega como originales a la editorial, la vergüenza sería gigantesca. Tras bastidores los correctores lo apodan el asesino del idioma.

POLÍGRAFO Era apenas un feto en formación cuando su madre le descubrió la vocación de cefalópodo. Rasguñaba el vientre de ella por todas partes. Siendo un bebé logró mostrar a papá sus ambiciones multiplicadas. Tomaba cada objeto como si tuviera cien dedos. Su primera maestra le detectó la condición de hombre araña. No le bastaban dos brazos para escribir. Lo hacía hasta con los labios y los pies. De adolescente se aficionó definitivamente a redactar como si tuviera cientos de manos. Es decir, en abundancia. De todo. Para todos. Multigenérico, polígrafo incuestionable, lo aclamaba la crítica. Llegó a la adultez con una pericia de escribiente que aspira a estar en todas partes. Se hizo militante de la tercera edad ya teniendo una franquicia de adulantes en cada lugar. Su ancianidad ha sido de fama y mucho regocijo. Cada émulo suyo pregona la genialidad abundosa que lo caracteriza. Lo han bautizado el nutriente de la humana humanidad. Porque a todos busca alimentar con su palabra diversa. Un ataúd convencional no ha sido suficiente para sepultarlo. Sus tentáculos salen por todas las rendijas de la urna. Habrán de enterrarlo en un colador. Será la única manera de multiplicar su cadáver para repartirlo.

 Luis Barrera Linares. Maracaibo, Zulia, 1951. Narrador, ensayista. Obras principales: En el bar la vida es más sabrosa (1980); Beberes de un ciudadano (1985); Para escribir desde Alicia (1990); Parto de caballeros (1991); Cuentos de humor; de locura y de suerte (1992); El traje narrativo de Trejo (1994); Desacralización y parodia (1996); Sobre héroes y tombos (1999); Discurso y literatura (2000); Análisis crítico del Discurso (2000); La lengua y la literatura en-red-@-das: nuevos temores hacia antiguas estrategias comunicativas (2005); La negación del rostro. Apuntes para una egoteca de la narrativa masculina venezolana (2005); Sin partida de yacimiento. Crónicas de la memoria (2009).

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