Tres del Libro de Cara de Guillermo Samperio


La oruga
La oruga camina lenta, ondulada, sexo sobre la rama, o cara de pene verdoso con manchas marrones, o blanquecino de patas cafés. Descarada, roja, unos lunares negros, hinchada, erguida, moviendo las primeras patas, busca un orificio. Ante el vacío que trae el viento, se guarece, lía, abriga, enfunda, se duerme. Tiene sueños naranjas, marrones, verdes, amarillos. Como si no hubiera pasado nada en el árbol.

Bodas de fuego

Un cerillo, ataviado de novio, sale hacia la iglesia. Al llegar, se entera, por boca de los cerillos parientes, que la novia escapó en compañía de un cerillo vestido de amante. El novio frota su cabeza y aparece un pequeño bonzo ardiendo bajo el cigarro.

Amantes dóciles
En un vaso de agua sencillo, en la pecera de especies chinas, en el líquido de los labios de la escultura de un ángel, en el agua que espera su turno en la nube, la amada recibe los relámpagos. El amante bebe el vaso, acaricia un pez rojizo, besa los labios angelicales, camina bajo el agua al fin llovida. Así, con estas maneras eróticas y humildes, se entregan.

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